El 7 de agosto de 2014 pusimos rumbo a Florencia vía Pisa mediante vuelo directo desde Valencia con Ryanair. Esta aerolínea te facilita un autobús que parte desde el aeropuerto hasta la capital de la toscana por unos 10€ ida y vuelta, hay que informarse de los horarios de esta línea de buses y sobre todo tened en cuenta que no son muy exactos en sus horarios, el recorrido dura una hora. Para este viaje éramos 3 personas y teníamos pensado dedicar de viernes a domingo solo a Florencia, lunes a Cinque Terre y martes a Siena y San Gimignano, siendo jueves y miércoles los días de los vuelos y teniendo el lugar de alojamiento solo en Florencia.
Jueves 7 de agosto - Primer contacto con Florencia
Al llegar al aeropuerto, no sé si será siempre o fue solo en nuestro día, estaba todo lleno de policías con perros con muy mal olfato puesto que uno de ellos le gustó mi olor (igual fue el bocata de sobrasada que me había comido dentro del avión) y esto provocó que me acabaran metiendo en un cuarto en el que me registraron la maleta de arriba abajo y lógicamente no encontraron nada, pero es bastante desagradable y la primera vez que me ha pasado. Al ver que no tenía nada le tocó el turno a mi hermana a la que también le hicieron el mismo paripé... muy antipáticos los policías.
Una vez llegados a la estación de trenes de Santa María Novella, que es donde te deja el autobús, fuimos directos a nuestro albergue. El nombre era Hotel Albergo Firenze y se encuentra en la Piazza Donati que se cruza con la Via del Corso (una de las calles principales del centro histórico). Más céntrico no podía estar, su ubicación era perfecta y si a esto le sumamos su buena atención (uno de los chicos sabía español), la buena limpieza del albergue, aire acondicionado y que tenía WiFi gratuita... sin duda es el alojamiento perfecto para pasar unos días en Florencia.
Llegaba el momento de hacer nuestra primera toma de contacto con la ciudad, eran las 19h y no daba tiempo a mucho por lo que dimos una vuelta por la plaza del Duomo. Allí se encuentra la maravillosa catedral, que desborda belleza por su exterior con una cúpula que llega a los 115 metros de altura; el campanario, que está separado de la catedral y tiene unos 82 metros de alto; y el Baptisterio de San Juan, que por desgracia se encontraba en obras por fuera impidiéndonos ver en condiciones las famosas Puertas del Paraíso (aunque son una reproducción puesto que las originales se encuentran en el Museo dell'Opera del Duomo que también estaba en obras).
Nuestra siguiente parada fue en el Mercado Nuevo o como es más conocido... el Mercado del Porcellino. Recibe este sobrenombre debido a una escultura en bronce de un jabalí que se encuentra en el mercado, esta escultura es bastante famosa, yo la conocía por la película de Hannibal, y tiene la peculiaridad de conceder deseos. Para ello deberás de coger una moneda y frotarla sobre su morro con la palma de la mano y dejarla caer, si la moneda cae al pozo tu deseo será concedido. Cabe destacar que el Porcellino se trata de una réplica de la escultura hecha en mármol que se encuentra en la Galería de los Uffizi.
Comenzaba a caer el sol y nuestro siguiente paso fue a la maravillosa Piazza della Signoria, la plaza más bonita de toda Florencia. Allí está el Palazzo Vecchio que se encuentra escoltado por una réplica de El David de Miguel Angel y una escultura de Hércules y Caco. Otra de las cosas destacables es la Logia dei Lanzi en la que se aloja al aire libre esculturas como el Rapto de las Sabinas o Perseo con la cabeza de Medusa. Otras figuras que están en la plaza son la Fuente de Neptuno y una estatua de Cosme I sobre caballo.
Llegaba el momento de cenar y fuimos a un lugar cercano a la Piazza della Signora, el sitio se llamaba Moyo y se cenaba de aperitivo, es decir... tú te pides una bebida y tenías barra libre de comida. El aperitivo se encuentra en una mesa llena de platos con pasta, pizzas, ensaladas, tomates secos, fruta, etc... Y mientras estés tomando tu bebida eres libre de rellenarte el plato todas las veces que quieras. Nos tomamos unas pintas de cerveza que nos salió a 7€ por cabeza (barata no es pero hay que tener en cuenta que teníamos aperitivo gratis). Lo más bueno de todo eran las pizzas y puedo decir que de los varios sitios que probamos de aperitivos este fue el mejor de todos, buena calidad y buen precio.
Después de la cena tocaba tomarse un buen gelato italiano que nos lo pedimos en la Gelateria dei Neri. Tiene una gran variedad de sabores sobre todo si te gustan los helados con sabor a frutas. En mi caso me pedí uno de chocolate blanco con stratachela, estaba buenísimo y nos lo tomamos mientras nos dimos un paseíto por el Ponte Vecchio. Por último nos terminamos tomando en un Irish Pub situado en la Pizza della Signora una cervezota de 1 litro por 8€. Con esta primera toma de contacto bastante completa nos dirigimos ya al albergue para descansar.
Viernes 8 de agosto - Florencia
Los 3 siguientes días los dedicamos exclusivamente a Florencia. Antes del viaje nos hicimos un planning con todo lo que queríamos ver teniendo en cuenta los horarios de cada lugar por lo que si queréis ver Florencia en 3 días lo podéis tomar como referencia teniendo en cuenta que lo hicimos de viernes a domingo.
Lo primero que hicimos la mañana del viernes fue ir a la oficina de turismo a sacarnos la Firenze Card, se trata de un pase en el que te entra la entrada a todos los museos e iglesias de la ciudad. Con ella no hace falta realizar reservas ni hacer colas para entrar en los sitios, con la tarjeta tienes acceso prioritario y esto es una gran ventaja. El coste es de 72€ y dura 72 horas a partir de la primera vez que lo uses. Además, te entra WiFi y transporte público por lo que es MUY recomendado.
La primera visita fue la Cúpula de Santa María del Fiore (la catedral), realizada por Filippo Brunelleschi. Esta cúpula es el símbolo de Florencia y la construcción más alta de la ciudad con 114.5 metros de altura. Ha servido de inspiración para realizar otras cúpulas como por ejemplo la del Vaticano de Miguel Ángel o el capitolio de Washington. Si no estás en buenas facultades físicas puede ser un poco complicado subir la cúpula puesto que es una subida eterna de 463 escaleras que pasa por pasillos estrechos y en algunos puntos resulta un tanto claustrofóbico, pero vale la pena por dos motivos: La primera es poder contemplar las pinturas interiores de la cúpula desde cerca, en la subida hacia la cúpula tendrás dos puntos distintos de altura para poder contemplarlos, representan el juicio final y fueron realizadas por Giorgio Vasari y Federico Zuccari en el siglo XVI; el segundo motivo es el premio que se obtiene al terminar el ascenso, unas maravillosas vistas a la ciudad de Florencia.
Por si no tuvimos poco con subir a la cúpula... nuestra siguiente visita fue al Campanario de Giotto, otra interminable y sufrida subida de 413 escalones que contiene unas buenas vistas al Baptisterio de San Juan y la Cúpula de la Catedral. Si optáis por solo subir a una de las dos cosas mi recomendación es subir la cúpula.
El siguiente punto de la plaza del Duomo en visitar fue el Baptisterio de San Juan. Este peculiar edificio de forma octogonal (representando los ocho días de la Resurrección de Cristo) estaba totalmente en obras por fuera por lo que era un poco complicado ver su mayor tesoro que son las 3 puertas que tiene. Las Puertas Sur representan escenas de la vida de Juan el Bautista y fue realizada por Andrea Pisano; las Puertas Norte representan escenas del Nuevo Testamento y fueron hechas por Ghiberti; y por último, las Puertas Este, las que Miguel Ángel bautizó como las Puertas del Paraíso por su perfección, que representan escenas del Antiguo Testamento y también fueron hechas por Ghiberti (aunque como he mencionado antes, las que hay actualmente se tratan de una réplica). Por dentro del Baptisterio hay un espléndido mosaico hecho por varios artistas anónimos, en él se representa el día del Juicio final y varios pasajes bíblicos.
Ya solo nos quedaba por ver la Catedral de Santa María del Fiore, que si por fuera es preciosa y grandiosa destacando esa gran cúpula, por dentro te deja un poco apagado... Personalmente no la vi nada del otro mundo, daba la sensación de vacío. Cabe destacar que en la Cripta se encuentra la tumba de Brunelleschi. La fachada original de la Catedral fue diseñada por Arnolfo di Cambio, pero se mandó a destruir por orden de Gran Duque Francisco I de Médicis debido a que no la encontraba acorde a los tiempos del renacimiento. Se pueden encontrar algunas piezas originales en el Museo de la Ópera del Duomo. Como resultado la fachada quedó al descubierto hasta 1887 que es cuando se construyó la fachada que mantiene hasta el día de hoy realizada con mármoles blancos, verdes y rosas y que está dedicada a la Virgen.
Serían sobre la 13h cuando dábamos por finiquitado la visita a la Plaza del Duomo, ahora tocaba poner rumbo a la Iglesia de Santa María Novella. Esta Iglesia es rápida de ver, por dentro contiene un claustro donde se encuentra la Capilla Española, y en la basílica cabe destacar la Capilla Tornabuoni que contiene unas pinturas bastante llamativas. También se encuentra allí la única obra realizada en madera de Brunelleschi, se trata de un crucifijo que se encuentra en la capilla Capilla Gondi.
Era el momento de recargar energía, fuimos a la Trattoria Nerone, situado en Via Faenza. Por dentro es muy llamativo y tiene cierto encanto. Nos pedimos unos crostinis de entrantes, para plato principal una lasagna, spaghetti a la carbonara y raviolis en salsa rosa, y de postre una tarta de chocolate y un tiramisú, nos salió todo a 54.50€ coperto incluido. Siendo 3 personas creo que el precio es el correcto y la comida estaba buena, sobre todo la lasagna.
Nuestro siguiente paso era visitar la Capilla de los Medicis. Se encuentra en la Basílica de San Lorenzo y es el lugar de descanso de la familia Medici donde se encuentran, entre otras tumbas, las de Lorenzo "El Magnífico", Giuliano o Cosme I.
Nos dirigimos a la Galería de la Academia, el lugar en el que aloja una de las mayores obras de arte y posiblemente la escultura más conocida a nivel mundial: el David de Miguel Ángel. No hay mucho que ver en la galería quitando el David, una sala llena de esculturas de mármol y escayola (está la maqueta en escayola del Rapto de las Sabinas y otra obra de Miguel Ángel como es la Piedad de Palestrina entre otras), pero aun así le dedicamos bastante tiempo solo contemplando esa figura tan perfecta de musculatura definida y venas marcadas. Fotos desde todos los ángulos (pensaba que estaban prohibidas pero no).
La verdad que ya llevábamos una buena paliza por lo que fuimos a descansar un rato al albergue y posteriormente a ver el atardecer en el Ponte Vecchio pues el tono rojizo que se refleja en el agua por debajo del puente es bastante bonito para ver. Tocaba de nuevo irse de aperitivo para cenar y esta vez elegimos un lugar que se llamaba Oibò, aquí la pinta de cerveza estaba a 8€ y el aperitivo estaba bastante bien, había prácticamente de todo pero recuerdo que la pizza estaba picante...
Era de noche, pero todavía íbamos a hacer una visita más. Aprovechando que el Palazzo Vecchio cierra en verano a las 24 (menos los jueves) fuimos a visitarlo. Personalmente me gustó bastante, allí se encuentra La Sala del Cinquecento, que es la sala más grande de Florencia y actualmente se usa para eventos especiales. El palacio fue el lugar de residencia de Cosme I y se pueden visitar las distintas salas, en cada una viene la explicación del uso que tenía así como la explicación de las pinturas que están sobre sus techos y paredes. También contiene una de las esculturas de bronce más famosas de Verrocchio, la del niño alado con el delfín. A la torre no pudimos subir pues cerraba a las 21h. En la fachada del palacio, detrás de la escultura de Hércules y Caco, podemos ver una cara esculpida sobre uno de los ladrillos, se dice que fue un autorretrato de Miguel Ángel que lo hizo de espaldas y sin mirar por una apuesta.
Ahora sí... Podíamos irnos a dormir y descansar, día muy completo, igual algo saturado tras ver tantísimas cosas.
Sábado 9 de agosto - Florencia
A primera hora de la mañana del sábado fuimos a la Galería de los Uffizi, es una de las galerías de arte más famosas del mundo y en ella se encuentran obras como el Nacimiento de Venus y La Primavera de Botticelli, La Anunciación de Leonardo Da Vinci (también está La Adoración de los Reyes magos pero estaba en restauración cuando fui), El bautismo de Cristo de Verrocchio (algunas partes de este cuadro fueron pintadas por Leonardo), el Tondo Doni de Miguel Ángel, La Venus de Urbino de Tiziano, La Cabeza de Medusa de Carvaggio, Madonna del jilguero de Rafael... Cuadros que por sus nombres ya son famosos y que, si alguno de ellos no te suena, al verlos los reconoces rápidamente. La galería está en orden cronológico y tiene un sin fin de salas. El edificio fue construido por orden de Cosme I para sustituir el lugar de residencia del Palazzo Vecchio y es realmente bonito. Es una visita obligada aunque se puede hacer algo pesado, como a mí... si quieres ir a lo imprescindible toda obra de arte famosa está acristalada.
Todavía nos sobraba tiempo por la mañana y fuimos a ver la Iglesia de Santa Croce, me sorprendió realmente porque más que una iglesia aquello parecía un panteón con las tumbas de algunas de las personas más importantes de la historia de Florencia. Se encontraban las de Maquiavelo, Miguel Ángel, Galileo Galilei, Guillermo Marconi... Además, sus paredes contienen obras de Giotto, Brunelleschi o Donatello entre otros. En el claustro está la Capilla Pazzi que fue la última obra de Brunlleschi.
Hora de comer, esta vez elegimos La Prosciutteria que sin duda se la recomiendo a todo el mundo. El sitio es pequeñito y está lleno de jamones, todo tipo de embutido y quesos. Lo típico es pedirte una tabla que lleva de todo. En nuestro caso pedimos una tabla para 3 personas más las bebidas salimos a 48€, un precio más que razonable. Además, una de las chicas habla español por lo que si tenéis cualquier duda en qué pedir podéis preguntarle tranquilamente.
Comenzamos la ronda de tarde. Nuestra primera visita fue a la Basílica de San Lorenzo, fue una visita rápida y la verdad que no hicimos mucho caso a lo que había que ver por dentro. Siguiente paso el Palazzo Medici Riccardi, este palacio fue construido por orden de Cosme "El Viejo" siendo el lugar de residencia de la familia Medici y posteriormente de la familia Riccardi (de ahí el nombre del palacio), dentro se puede ver el inmobiliario y diversas pinturas, lo más destacable es la Cappella dei Magi donde las paredes están adornadas de frescos de Benozzo Gozzoli que representan la adoración de los Reyes Magos. Además, dentro del palacio suelen hacer distintas exposiciones, cuando fuimos estaba "Ironiche Leggerezze" de Xu Hong Fei, eran una serie de esculturas de mujeres entradas en carnes haciendo cualquier tipo de actividad, una exposición bastante llamativa.
En la misma calle donde está el Palazzo Medici Riccardi había un pequeño museo privado dedicado a Leonardo Da Vinci, el precio era de 7€ y estaba bastante interesante. Había un documental sobre la vida del artista y varias salas con maquetas de sus múltiples inventos con los que podías interactuar y aprender. Me gustó pues muchos de esos inventos los he visto en la serie de Da Vinci's Demons (que ya sé que se pasa de fantasiosa). Al salir de aquí fuimos a comprar algunos regalitos en el mercado de San Lorenzo aprovechando que estábamos cerca y aun nos quedaba algo de tarde. Posteriormente marchamos a descansar un rato al hotel.
De nuevo momento de cenar y de nuevo a hacerlo de aperitivo. El lugar elegido esta vez fue el Kistch, se encuentra algo más alejado del centro, cerca de la Piazza Beccaria. El sitio estaba muy lleno, de hecho un poco más y nos tenemos que largar, pero al final nos hicieron un hueco en una mesita. La comida es muy abundante por lo que si tienes hambre te puedes hinchar de lo lindo, en este caso el precio funcionaba distinto... cualquier bebida más el aperitivo eran 10€. Tras la comilona al hotel y a dormir, era momento de terminar el día...
Domingo 10 de agosto - Florencia
Llegaba nuestro último día dedicado a Florencia. La primera visita del día era para el Museo Nazionale del Bargello, no había leído nada sobre este museo por lo que no sabía con lo que me iba a encontrar. El edificio tiene forma de castillo y en su día fue utilizado como prisión, en su patio interior se realizaban las ejecuciones. Me sorprendió gratamente pues en sus salas albergaba algunas de las esculturas más famosas como El David de Donatello, El David de Verrochio, El Baco de Miguel Ángel, Mercurio de Giambologna... en definitiva, habían bastantes obras de personajes ilustres como los anteriores mencionados, el que más me gustó fue El David de bronce de Donatello, también estaba el de mármol. El museo tiene otras salas con indumentarias y armas de siglos pasados y platos y azulejos de porcelana y cerámica que pertenecen a la colección de los Medici.
De museo en museo... Ahora tocaba el museo de Historia de la Ciencia, conocido como el Museo Galileo Galilei situado en el Palacio Castellani. El museo es muy interesante y contiene piezas de astrología, óptica, aparatos de navegación, elementos quirúrgicos... Allí se encuentra el telescopio de Galileo. Una vez visitado el museo tienes una zona interactiva para poner en práctica todo lo que has podido aprender dentro.
Tras dar un paseo por el Mercado del Porcellino pusimos rumbo al otro lado del río Arno pasando por el Ponte Vecchio, paramos a comer en la Trattoria Borgo Antico, situado en la Piazza Santo Spirito, en la que nos pedimos una ensalada de espinacas, una pizza de calabacín con queso, otra de jamón y champiñones y otra pizza de atún y cebolla, de postre una tarta cheescake y de bebida nos pedimos 3 cervezas, en total salimos a 20€ por persona y las pizzas estaban bastante buenas.
La primera hora de la tarde la destinamos a ver los jardines del Palacio Pitti, los Jardines de Boboli. El palacio no lo quisimos ver por dentro porque nos habían comentado que era bastante pesado y creo que ya teníamos una buena ronda de palacios vistos. Pegaba bastante el sol y los jardines precisamente no eran planos, se trata del parque más grande de Florencia y dentro hay varias fuentes y muchas figuras de mármol. En nuestro caso nos tomamos con calma esta visita y estuvimos durante bastante rato descansando en el césped. No recorrimos entero los jardines pero creo que fue suficiente.
Se acercaban las 19h y ese domingo había Super Luna, es decir... es el día del año en que la Luna está más cerca de la tierra y por lo tanto se ve más grande de lo normal. Queríamos ver este fenómeno desde algún lugar bonito antes de que oscureciera y a su vez ver un bonito atardecer, sin duda elegimos el sitio perfecto. La Piazzale Michelangelo, situada en lo alto de una colina en la que se puede observar toda Florencia. Suelen ir artistas urbanos a tocar mientras la gente se toma un refresco y contempla las maravillosas vistas. En la plaza se encuentra una réplica del David de Miguel Ángel en bronce. Sobre las 20:30h el sol empezaba a esconderse, el cielo tomaba un color rojizo dejando una imagen maravillosa con la luz reflejada sobre el río, y mientras, la Luna iba saliendo por detrás de nosotros, posándose sobre El David. Un momento mágico con muchísimas fotos.
Y terminó de anochecer. Nos volvíamos al hotel para dormir sin cenar, estábamos todavía hinchados de la comida. Aquí terminaba nuestro último día dedicado a Florencia.
Lunes 11 de agosto - Cinque Terre
Para el lunes teníamos reservada una excursión a Cinque Terre con Walkabout (www.walkaboutflorence.com), el precio era de unos 90€. Tuvimos que madrugar un poco para llegar a tiempo a la estación de Santa María Novella donde nos esperaban los guías con el autobús, curiosamente uno de los guías era español y la otra persona sabía también nuestro idioma por lo que no iba a haber nigún problema de entendimiento. Tras 3h de trayecto, sobre las 11h, llegamos al Parque Nacional de Cinque Terre. El autobús nos dejó en Volastra y desde allí hicimos un trekking de 6 kilómetros hasta Corniglia. El sendero no tenía mucha complejidad, ibas por la montaña por un camino a veces algo estrecho y empedrado cuesta abajo. Lo terminamos realizando en 1 hora con un ataque de un abejorro incluido que acabó picando a mi hermana teniendo ya el brazo hinchado para el resto del viaje.
En Corniglia nos entraba la comida en el restaurante Cecio, consistía en un primer plato con boquerones, montadito de patata con anchoa y tomate, pulpo con patata y calamares y croqueta de bacalao y de segundo plato pasta al pesto con patatas y judías (la salsa al pesto es muy famosa en esa zona), todo acompañado con una botella de vino blanco que nos pedimos nosotros a parte por 12€.
Tras la comida pusimos rumbo a Vernazza en tren. El pueblo me encantó y aprovechando su agua cristalina nos pegamos un chapuzón. El agua estaba increíble pero no nos dejaron estar mucho rato aquí. Tocaba de nuevo coger un tren que llegó con 25 minutos de retraso y poner rumbo a Monterosso, un pueblo donde casi todas sus playas son privadas, la única parte pública parece un desagüe. Aquí no me quise bañar aunque estuvimos un ratito en la playa, aprovechamos más el tiempo en dar una vuelta por el pueblo y comprar una torta monterossina (era muy parecido a lo que aquí conocemos como tarta de la abuela).
En Monterosso nos esperaba un barco para ir hacia Riomaggiore, fue la pesadilla de mi viaje. El barco en reposo ya se movía más que la furgoneta del equipo A, así que hasta 3 biodraminas me tomé para evitar una catástrofe. Cuando se puso en marcha el movimiento era menor y se iba mejor con el aire dándote bien en la cara, las vistas por la costa son bonitas y en ellas ibas viendo los pueblo de Cinque Terre. Al llegar a Riomaggiore casi rozo la desgracia... de nuevo los meneos del barco y yo tenía que bajarme, se me hizo eterno desde que me levanté hasta que logré salir del barco... me terminé mareando pero me pude contener y se me pasó ya en una playa rocosa del pueblecito. Aquí el agua tenía de nuevo una pinta buenísima pero al no llevar ya buen cuerpo decidí no meterme en el agua. Una pena que no nos dejaran mucho rato en Riomaggiore pues era también muy bonito. Ya estaba a punto de terminar nuestro viaje al parque nacional, cogimos un tren para ir a La Spezia donde ya nos esperaba el autobús para llevarnos de vuelta a Florencia.
En general estuvo bastante bien la excursión pero cambiaría cosas, por ejemplo dejaría más rato en Vernazza y Riomaggiore quitándome tiempo a Monterosso y... por dios... ¡quitando el barco! Los guías fueron muy amables durante todo el viaje y estuvieron pendientes de todos así que quedamos satisfechos pero con ganas de más. Igual algún día un viaje solo a Cinque Terre...
Una vez ya de nuevo en Florencia sobre las 20:30h, fuimos a cenar al restaurante Il Cantastorie. Nuestra cena fue un entrante que consistía en una selección de quesos y luego de platos principales nos pedimos un escalopine al limone, una ensalada caprese y una pizza de salami, jamón york y champiñones (un plato para cada uno), todo esto junto a la bebida salimos a 20€ por persona, en general no es que fuera espectacular la comida pero tampoco estuvo mal.
Y para rebajar la comida... un gelato! Esta vez fuimos a la heladería Grom, situada cerca de la plaza del Duomo. Se trata de una franquicia pero he de decir que es de los mejores o el mejor helado que he probado en mi vida, tiene mucha fama esta heladería. Me pedí un gelato de crema Grom con stratachela, la crema Grom estaba de muerte! Los precios están como en todas las heladerias, dependiendo de tamaño puede ir de 2 a 5€. El helado nos lo tomamos sentados sobre las escaleras de la Catedral.
Martes 12 de agosto - Siena y San Gimignano
Llegaba nuestro último día completo en Italia, cerca de las 9h nos pusimos rumbo a Siena cogiendo el autobús 131R en la estación central de autobuses. Esta línea te lleva directo a Siena sin hacer ni una sola parada y el precio es de 7.8€. Llegaríamos sobre las 10.30h y nos dirigimos a la famosa Piazza del Campo. Esta plaza tiene forma de abanico y está gobernada por el Palazzo Pubblico que hoy en día tiene la función de ayuntamiento. También se celebran las famosas carreras de caballo del Palio, curiosamente estaban en fechas de celebración y tenían toda la plaza preparada para dichas carreras. En ellas se enfrentan los 17 distritos de la ciudad. La plaza está inclinada hacia el palacio y en la parte alta de la plaza se encuentra la Fonte Gaia.
Posteriormente fuimos a la oficina de turismo, que se encuentra en la plaza del Duomo (anteriormente estaba en la Piazza del Campo), para que nos informaran que podíamos ver. La verdad que no nos atendieron muy bien y no le hicimos nada de caso. En la plaza compramos el Opa si Pass por 12€ que te daba el pase a todos los edificios de la Plaza del Duomo. Comenzamos viendo la catedral, el templo es muy bonito tanto por fuera como por dentro, en su interior las columnas son muy llamativas; destaca el púlpito de Nicola Pisano, el San Juan Bautista de Donatello y el altar Piccolomini de Andrea Bregno; además, podemos acceder a la Libreria Piccolomini que se encuentra decorada por 10 bellos frescos de Pinturicchio que cuentan la vida de Pio II (muy recomendable ver la librería). Posteriormente entramos a las criptas, éstas fueron descubiertas en 1999 y posiblemente se tratase de una antigua iglesia que estaba por debajo de la actual, en su interior hay una serie de frescos medievales de la vida de Cristo y por suerte, justo cuando fuimos estaba expuesto allí la Madonna del Late de Ambrogio Lorenzetti.
Tocaba entrar al Museo dell'Opera, dentro tienen todas las esculturas originales de la Iglesia (todo lo que veas en la fachada del Duomo de Siena no es original). La mayor obra que hay en su interior es La Maestà de Duccio. Desde el museo hay un punto de visita para tener una bonita vista de toda la Plaza del Duomo y del resto de Siena, hay que hacer una larga cola para poder acceder y luego el tiempo que puedes estar es muy limitado.
Por último entramos al Baptisterio de San Giovanni. Lo más importante de aquí es la impresionante fuente bautismal que fue construida por Jacopo della Quercia y cuenta con la decoración de Donatello y Lorenzo Ghiberti, en ella se ilustra la vida de Juan Bautista.
Llegaba la hora de comer y lo hicimos cerquita de la Plaza del Duomo, en Caffetteria Diacceto. Nos pedimos una ensalada para los 3 y luego de platos unos rigatoni con calabacín y salchichas y 2 platos de tagliatelle vegetarianos que junto a la bebida sumó un total de 31€, buen precio y comida casera.
Sobre las 17.10h cogimos el autobús número 131 con destino a San Gimignano por unos 6€, el trayecto dura cerca de hora y media. Una vez llegados a este precioso pueblo medieval, lo primero que hicimos fue comprar el billete de vuelta a Florencia por 6.80€ puesto que solo íbamos a estar un par de horas y así perdíamos el menor tiempo posible (el billete se compra en el primer bar que hay en el pueblo).
San Gimignano está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la silueta del pueblo es reconocible debido a sus 14 torres. Estas torres representaban la riqueza de su propietario y en su día llegaron a haber hasta 76. Allí estuvimos paseando por sus calles, uno de sus puntos más bonitos es la Piazza de la Cisterna donde se encuentra la gelateria Dondoli, una de las mejores heladerías del mundo y ganadora del "Gelato World Champion" en dos ocasiones por lo que era obligado pedirnos unos gelato. Me lo pedí de crema de Pazzi y chocolate blanco, la crema estaba increíblemente buena, era una mezcla de sabores que jamás había probado. Nos tomamos los helados sentados en las escaleras de la Iglesia la Coleggiata. Después de haber dado una vuelta por el pueblo fuimos a por el autobús (que es el último del día que va hacia Florencia). En su horario indicaba que salía a las 20.35h pero allí llegó a las 20.20 y salió a esa hora. Resulta que no es que se fuera antes de hora sino que nos pegó una vuelta por todas las afueras del pueblo y a las 20.35 estaba de nuevo en el punto donde lo habíamos cogido (pero no exactamente en la misma calle). El bus te lleva hasta Poggibonsi y allí tienes que hacer un "transbordo" al autobús con número 1310.
Llegamos ya de noche a Florencia, eran nuestras últimas horas antes de volver a Valencia pues el avión salía al día siguiente a primera hora. Nos tomamos un último paseo en la bella ciudad de la Toscana por la Piazza della Signoria y por el Ponte Vecchio. Era el momento de decirle un hasta luego...
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