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Cuba por nuestra cuenta en 10 días

Cuba por nuestra cuenta en 10 días
Autor ToniEscuder - Fecha de creación
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  • 1º Día: 25 de marzo - Llegada a La Habana.
  • 2º Día: 26 de marzo - Paseo por La Habana
  • 3º Día: 27 de marzo - Viñales
  • 4º Día: 28 de marzo - Viñales - Jagüey Grande
  • 5º Día: 29 de marzo - Bahía de Cochinos - Trinidad
  • 6º Día: 30 de marzo - Trinidad - Cayo Guillermo
  • 7º Día: 31 de marzo - Relax total en Playa Pilar y Cayo Guillermo
  • 8º Día: 1 de abril - Cayo Guillermo - Santa Clara - La Habana
  • 9º Día: 2 de abril - La Habana
  • 10º Día: 3 de abril - El regreso
  • Conclusiones y consejos

Tras una propuesta por parte de mi hermana para viajar a Cuba, comenzamos a organizarlo todo con un par de meses de antelación. Los trotamundos para este viaje iban a ser mi cuñado, mi hermana, mi novia y yo. Lo primero que hicimos fue contratar el avión con la aerolínea Evelop! que realiza vuelos directos Madrid - La Habana. De esta manera saldríamos el día 25 de marzo y volveríamos el 4 de abril. Posteriormente tramitamos los visados y seguros médicos (es obligatorio contratar un seguro médico privado para viajar a Cuba) por un coste de 40.5€ por persona.

El siguiente paso fue definir la ruta de viaje, nuestra intención era alquilar un coche y recorrer distintos puntos de la isla, en total teníamos 10 días contando los de llegada y vuelta. Decidimos realizar el siguiente recorrido tras plantear distintas opciones: La Habana, Viñales, Bahía de Cochinos, Cienfuegos, Trinidad, Cayo Guillermo y vuelta a La Habana.

Ahora ya podíamos ponernos con las reservas del auto, casas particulares y resort para el cayo. Cabe destacar que hay dos opciones para alojarse en Cuba; hoteles, los cuales son caros y escasos, y la otra opción (y aconsejable) es quedarse en casas particulares de cubanos, hay que asegurarse de que son legales (están señalizadas con un logotipo azul de fondo blanco, las que se publican en Internet son todas legales). Si se opta por esta última opción, el día de entrada en cada casa hay que firmar el libro de registro.

Para las reservas de casas particulares lo mejor es ponerse en contacto directo con ellos, con una pequeña búsqueda puedes hacerte con los correos electrónicos de los propietarios. Eso sí, ármate de paciencia, el acceso a Internet en la isla es muy limitado por lo que tener un flujo rápido mediante correos no es tarea fácil. A medida que vaya indicando las casas donde nos alojamos pondré los correos de contacto.

1º Día: 25 de marzo - Llegada a La Habana.

El mismo día de mi cumpleaños partíamos hacia Madrid para coger el vuelo que despegaba a las 13:30. Llegamos como dos horas antes al aeropuerto y ya era imposible poder sentarnos juntos en al avión. Tras 10 horas aterrizamos a las 18:30 hora local en el aeropuerto Jose Martí de La Habana. Las colas del visado fueron rápidas pero no así la recogida de maletas que salían de una en una por la cinta, por desgracia la cremallera de mi maleta parece que no sobrevivió pues llegó rota, por suerte podía cerrarla y abrirla...

Una de las primeras cosas que nos llamó la atención fue que todas las policías, seguridades, trabajadoras del aeropuerto de género femenino llevaban medias de encaje. Esto lo vimos por todo el país por lo que sí, las medias de encaje están de moda en Cuba.

Hicimos el cambio de moneda en el mismo aeropuerto, unos 250€ por persona. La moneda en Cuba para los turistas es el CUC, y digo para los turistas porque los cubanos usan los pesos cubanos (CUP) el cual tiene mucho menos valor. 25 CUP son aproximadamente 1 CUC y 1 CUC equivale a poco más de 1€. El cambio nos lo hicieron a 1,06€. Al cambiar, la mujer encargada de realizar el cambio contó 50€ menos de los que le dimos, nosotros volvimos a contar la cantidad y efectivamente habían 50€ menos aunque estamos seguros que le dimos la cantidad correcta, nos quedamos con la duda de saber qué pasó con esos 50€....

Habíamos contratado un transfer para que nos llevara a la casa que teníamos reservada en La Habana. Lo realizamos por la web http://www.alojamientosencuba.com, a través de su servicio protaxis. El precio nos salió por 40 CUC y 35 CUC el transfer de vuelta del último día. Allí nos esperaba un minibús para los 4 que nos llevó a la Habana Vieja esquivando el macro concierto gratuito que estaban dando ese día los Rolling Stones en la ciudad.

Llegamos a Casa Melody, situada en el nº1 de la calle Bernaza, entre la calle Obispo y O'Reilly. La casa la reservamos a través de una mujer que se llama Surama. Nuestra intención era reservar la casa de ésta persona, pero ya estaba completa y nos destinó a esta otra tras unos 40 correos (sin exagerar y con cambio de casa de por medio). Nuestra primera sorpresa fue que era un tercer piso sin ascensor (los edificios no tienen ascensores, pero no habíamos pensado en ello), tocaba subir todas las maletas por unas escaleras bastante empinadas y estrechas. Al llegar arriba nos esperaba la tía de Melody pues la dueña de la casa estaba trabajando en ese momento y no llegaría hasta la madrugada. Teníamos dos habitaciones con un baño privado. La casa era vieja, pero estaba bien, los problemas que vimos fue que las camas eran algo incomodas, la ducha tiraba agua fría o hirviendo (sin termino medio), por la noche había mucho ruido y que el inodoro no tenía tapa para sentarse... Lo mejor era la situación, estaba cerca de todo. El correo electrónico de Melody para reservar es melody79@nauta.cu y el móvil de contacto (53-5)297 5728, el precio por habitación es de 30CUC la noche y los desayunos a 5CUC por persona.

Ya era de noche y por suerte llevábamos bocatas por lo que esa fue nuestra cena. Bajamos a dar un pequeño paseo hacia Habana Centro y nos llamó la atención que hubiera bastante gente concentrada en una plaza, resultaba ser un punto WiFi. Internet en Cuba no es muy accesible, existen puntos WiFi en muchos lugares (aunque con mala señal) y para conectar tienes que comprar una tarjeta en un Etecsa que vale 2CUC y te da conexión para 1 hora, has de acordarte de desconectar la sesión si no has agotado el tiempo. Finalmente nos sentamos en un lugar llamado "El toldito" donde nos tomamos 3 cervezas (marca Cacique la cual no volvimos a ver en ningún lugar más) y 4 aguas por 7.7 CUC.

Ya que teníamos el famoso bar "Floridita" debajo de la casa aprovechamos para tomar un par de Daiquiris. Este bar es famoso porque era frecuentado por el escritor Ernest Hemingway quien popularizó el Daiquirí del Floridita. En su interior se encuentra una estatua del escritor apoyado sobre la barra como reclamo turístico. El lugar es frecuentado por turistas y una banda cubana suele tocar en su interior para ambientarlo. El precio del Daiquiri es de 6 CUC.

Poníamos fin a la primera noche no sin antes llevarnos un susto, sobre las 2 de la madrugada empezó a sonar el timbre de la casa, mi hermana se levantó a abrir, resultó ser Melody, la dueña de la casa que llegaba de trabajar. Por lo visto dejamos por dentro el cerrojo echado y no tenía forma de entrar en casa... Imaginaos estar en una casa ajena y no saber si abrir a alguien que toca al timbre sin conocerla de nada y a esas horas...

2º Día: 26 de marzo - Paseo por La Habana

Nos levantábamos pronto con el desayuno puesto en la mesa preparado por Melody (que por cierto, era encantadora); jugo de pera, tostadas, queso, huevos cocidos, salchichas y varios tipos de fruta como la guayaba la cual nunca había probado y a la que le acabé cogiendo un poco de manía pues te la ponían hasta en la sopa...

Negociamos con un taxi por 8CUC para dirigirnos al hotel Habana Libre donde teníamos que recoger el coche que habíamos reservado previamente por la web cubacaribbean.com. Supuestamente habíamos reservado un "Seat Altea o similar" con el similar incluido, íbamos un poco asustados por si nos daban otro coche y las maletas de los cuatro no cupieran. El coste del vehículo para los 8 días que lo íbamos a tener fue de 596.40€ y un seguro que salía a 15CUC por día, además de un depósito de 200 CUC el cual no se hace efectivo si al devolver el coche no tiene ningún desperfecto. Lo primero que nos dijeron fue que no tenían coches del modelo "Seat Altea" y que no sabían por qué nos salía ese en la reserva... empezamos a preocuparnos seriamente... lo segundo que nos dijeron es que tendríamos que esperar porque el coche estaba de camino. Así pues, decidimos dar una pequeña vuelta por la zona.

Fuimos hacia el Callejón de Hamel, se trata del centro de cultura y arte afrocubana. Un chico cubano nos indicó el camino y luego, muy amablemente, nos fue comentando todo sobre el callejón, las pinturas que habían sobre sus paredes, los proyectos que hacen, la música que suena en vivo... nos dijo que él vivía allí pero no sabremos si era verdad o mentira, siempre que preguntas algo a un cubano da la casualidad de que él vive allí o se dirigía allí... También dimos un paseo por la Universidad y por el Hospital que nos venía de paso.

Volvimos a dirigir al punto de recogida del coche y tras una hora y media (desde el momento en el que llegamos por la mañana) nos comentaban que nuestro coche ya estaba listo. Es importante traer el voucher de la reserva pues vimos a varias personas con problemas por no haberlo llevado. Nos dieron un coche de marca china, era un Geely Emgrand de marcha automática, bastante grande y espacioso y por suerte con un maletero muy amplio, el miedo que llevábamos encima se nos fue enseguida.

Con el vehículo ya en marcha, y con mi cuñado como conductor durante todo el viaje, nos fuimos de nuevo a la Habana Vieja para visitarla de arriba abajo.

Comenzamos paseando por la calle Obispo, una calle peatonal llena de restaurantes y turistas paseando. Seguimos hasta la Plaza de Armas, la más antigua de las 4 plazas de la Habana Vieja, para continuar hasta Plaza de la Catedral en la que se haya una escultura del bailador español Antonio Gades y la Catedral de San Cristóbal. De aquí parte la calle empedrado en la que se encuentra la famosa Bodeguita del Medio, lugar por el que pasaron personajes ilustres como Salvador Allende, Pablo Neruda o Ernest Hemingway el cual llegó a escribir sobre sus paredes "My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita". Todo el mundo deja su huella en el local escribiendo en sus paredes.

Llegaba la hora de comer y lo hicimos en el restaurante del hotel Tejadillo San Carlos. Comimos un pincho que tenía langosta, camarón, carne de pollo, carne de cerdo y pescado acompañado de las tradicionales guarniciones criollas (arroz, fríjoles, ensalada...) y un mojito que junto al postre salió todo por 56 CUC las 4 personas.

Volvimos hacia la Plaza de Armas para entrar al Palacio Segundo Cabo, de acceso gratuito y antigua sede del senado. Continuamos nuestro recorrido visitando el Castillo de la Real Fuerza (sin entrar al museo) y bajamos por la calle Oficios (donde se haya el Hostal Valencia que nos sorprendió al ver los escudos de la Comunidad Valenciana) hasta la Plaza de San Francisco de Asís donde está la Lonja del Comercio, la Fuente de los Leones y la Iglesia Monasterio de San Francisco de Asís. Hay algo curioso sobre esta iglesia y es que sobre su puerta se encuentra una escultura que representa a José María López Lledín, más conocido como el Caballero de París, un vagabundo de origen español de quien se contó muchos cuentos y leyendas.

Continuamos por la Calle Oficios y nos cruzamos con la Calle Mercaderes para llegar a la encantadora Plaza Vieja, antiguamente llamada Plaza Nueva. Concluímos el recorrido de las 4 plazas de la Habana Vieja y como el calor apretaba nos tomamos unas cervezas, 13.75 CUC 5 cervezas, un refresco de cola y 3 botellas de agua de 1.5l. Allí descubrimos la marca de cervezas Bucanero y desde entonces siempre pedíamos esta marca, se asemeja bastante al sabor de las españolas.

Dejamos las botellas de agua en casa Melody para dirigirnos al Capitolio, por desgracia estaba en reformas y no se podía acceder, al menos no vimos ningún acceso ya que se encontraba toda su periferia vallada. El Capitolio de la Habana está inspirado en el de Estados Unidos y es uno de los símbolos de la ciudad.

Fuimos por el Paseo del Prado hasta llegar al Castillo de la Punta, donde empieza el Malecón. Estaba atardeciendo y el colorido del sol cayendo sobre el agua del mar caribeño era muy bonito. Dimos un agradable paseo hasta que el sol finalmente se escondió, creo que esta es la mejor hora para disfrutar de este lugar.

Llegaba la hora de cenar, fuimos al restaurante Europa situado en la calle Obispo, un lugar muy barato y de calidad normalita: 2 medios pollos a la brasa y dos platos de camarones junto a 3 cervezas y un agua hizo un total de 28.50 CUC.

Momento de finalizar el día, pero antes deberíamos buscar un lugar seguro para dejar el coche. Lo hicimos en un "parqueo" estatal (lo que viene a ser un parking privado vigilado). El precio se negocia con el hombre que esté al mando, nos salió a 3 CUC toda la noche.

3º Día: 27 de marzo - Viñales

Nos levantamos temprano y tras desayunar y despedirnos temporalmente de Melody (pues teníamos que volver a La Habana) pusimos rumbo a Viñales que se encuentra al oeste de Cuba. Salir de la Habana no tiene mucha complicación, aunque pusimos el GPS para no perdernos. Hay pocas señales que indiquen las direcciones por lo que hay que estar al tanto de ellas. Una vez sales a la Autopista Nacional ya es solo disfrutar del viaje.

La autopista consta de 3 carriles para cada dirección, las carreteras no son tan malas como nos habían comentado (al menos en la ruta que hicimos) aunque hay que estar atento por si ves algún trozo en mal estado para cambiar de carril a tiempo o aflojar la marcha. La velocidad máxima permitida es de 100Km/h. En el carril de la derecha es frecuente ver carros de caballo, gente en bicicleta y personas haciendo botella (lo que nosotros llamamos autostop). No tuvimos problemas con las gasolineras, aunque para asegurarnos siempre que podíamos parábamos a repostar, durante este trayecto pusimos unos 35CUC de gasolina. El trayecto son 2 horas y llegamos sobre las 12:30.

Viñales es un pequeño pueblo en el que el 70-80% de la población vive del turismo, en casi todas las casas los turistas pueden hospedarse. Algunas de las calles no se encuentran asfaltadas y dentro del mismo pueblo hay una gasolinera.

Nos costó un poco encontrar la casa que habíamos reservado ya que la calle principal estaba cortada porque eran las fiestas del pueblo y las personas de allí (y la policía) no se sabían los nombres de las calles. Se llamaba Villa Los Ángeles, nos recibió Mauri que lo primero que nos indicó es que no nos íbamos a quedar en su casa sino en la de al lado (estas cosas son bastante frecuentes) que prácticamente daban pared con pared. Las casas eran idénticas y los servicios que ofrecían eran los mismos por lo que nos pareció bien. El lugar en la que nos hospedamos se llamaba Villa Idisbel y Kirenia (Calle primera nº 13), el correo de contacto es idisbelykirenia@nauta.cu y el teléfono móvil es 53429209. El precio por la habitación doble es de 25 CUC, el desayuno de 5CUC y ofrecen comer o cenar por 10 CUC. La casa era perfecta con habitaciones espaciosas, aire acondicionado, baño que en palabras de mi novia era "un lujo asiático" en comparación con la anterior casa (y esta sí tenía tapa), nevera con refrescos... En la casa habita una familia de tres personas: Idisbel, Kirenia y su hijo pequeño. Posee dos habitaciones independientes para hospedarse, al ser 2 parejas ocupamos ambas.

Teníamos algo de prisa para comer e Idisbel nos llevó a un restaurante que se llamaba La Cabaña, estaba bastante bien y el servicio fue rápido (increíble pero cierto). Pedimos 2 medios pollos a la brasa y 2 platos de atún a la plancha, todo acompañado con una sopa y guarnición criolla que consistía en arroz con piña, arroz blanco, frutas variadas y yuca que junto a 4 cervezas y un jugo de mango hizo un coste de 57 CUC. En este restaurante nos pasó algo gracioso y es que mi novia fue a pedirse una Coca-Cola y la respuesta de la camarera fue "¿el qué?, ¿eso qué es?". En Cuba no hay Coca-Cola en casi ningún lugar, solo vimos en uno (y no sé cómo las conseguirán, pero estaba envasada en Panamá), allí se consume TuKola (si bebes light lo tendrás difícil).

A las 15h habíamos quedado en la plaza del pueblo con Liset, la persona de contacto que nos llevaría al guía para la excursión a pie que habíamos contratado en el Valle de Viñales. Nos costó 20 CUC por persona y la contratamos a través de http://excursionvinales.webcindario.com.

Nuestro guía se llamaba Domingo, un hombre encantador que nos fue guiando por el sendero durante las 5 horas de caminata. Fuimos viendo los distintos tipos de cultivos que se encuentran en el valle, la plantación del tabaco y todo su procesado, incluyendo la visita a un secadero particular en la que te mostraban como hacían los puros a partir de las hojas ya secas (no tenía ni idea de que un puro se hacía únicamente con hojas de tabaco). El valle es precioso y lo que más destaca son los famosos Mogotes (son como montañas, pero redondas). Cascaba un calor tremendo y por suerte Domingo nos llevó a un bar que hay en mitad del valle donde nos tomamos unas Bucaneros bien frías. Continuamos el camino y ascendimos por uno de los mogotes para terminar atravesándolo por la "cueva de la vaca". Finalmente, sobre las 20h de la tarde llegábamos de nuevo al pueblo de Viñales. Fue una bonita experiencia el poder hablar con Domingo. Personalmente me cambió la forma de ver a los cubanos, el tratar con él y su manera de pensar me hizo recapacitar sobre la situación de Cuba y el punto de vista de las personas que viven diariamente allí, me sorprendió gratamente.

Tras la caminata llegaba la ducha, estábamos de color marrón rojizo, que es el color que tiene allí la tierra. Cenamos en la misma casa de Kirenia, nos tomamos dos platos de cerdo, uno de pollo y otro de pescado (junto las típicas guarniciones). El cerdo estaba buenísimo, fue de los mejores platos que comí en Cuba. Finalmente volvimos al restaurante La Cabaña para tomarnos unos mojitos y cubatas. Tras el largo día fuimos ya a la casa a dormir a excepción de mi hermana y mi cuñado que decidieron ir a la verbena del pueblo.

4º Día: 28 de marzo - Viñales - Jagüey Grande

Nos despertamos pronto pues habíamos programado varias visitas antes de abandonar Viñales. Después de desayunar y pagar la casa (122 CUC en total con las dos habitaciones, desayunos y cena) nos dirigimos a la Cueva del Indio que se encuentra a unos 5.5 kilómetros al norte del pueblo siguiendo la carretera principal.

La entrada a la cueva son 5 CUC por personas, se visita en menos de 30 minutos. Se va por un pequeño sendero que te adentra en la cueva y posteriormente subes a una lancha motora para navegar por el interior, ya que pasa por ahí el río San Vicente. Hay numerosas formaciones de estalactitas y estalagmitas.

A la vuelta paramos en la Cueva de San Miguel, pero prácticamente fue una parada japonesa (parar, foto y fuera). Esta cueva contiene un restaurante y antiguamente fue lugar de refugio de los indígenas precolombinos.

Continuamos nuestra ruta pasando Viñales para llegar al Mural de la Prehistoria. Se trata de unas pinturas realizadas en la pared de un mogote que muestra la evolución de la vida. En mi opinión no tiene ningún misterio a pesar de lo turístico y fotografiado que es, tampoco perdimos mucho tiempo en él.

Volvimos a la carretera que pone rumbo a Pinar del Río para llegar al mirador de los Jazmines, a escasos kilómetros de Viñales. Desde aquí se tienen las vistas más bonitas del valle, lugar de foto obligada y parar un rato a contemplar la belleza del paisaje. Fue lo que más me gustó del día.

Retorno a Viñales para poner gasolina (25l a 30CUC) e ir a la Pizzeria El Barrio, con tanta comida parecida teníamos ganas de comer algo más "guarro". 4 pizzas junto a sus respectivas bebidas nos salió por 30.80 CUC. Después de llenar las barrigas tocaba abandonar el lugar. Recogimos las maletas de casa de Kirenia. Mi novia le regalo al hijo de la dueña una libretita y un boli con forma de hueso, jamás he visto un niño tan feliz con un boli, iba gritando por todos lados "¡¡UN HUESO!!" (sí, igualito al niño del famoso anuncio del palo). Tras de la despedida rumbo a Jagüey Grande sobre las 14h.

Después del largo recorrido en coche, hay que pasar por la Habana ya que se encuentra al este de la capital, llegamos a las 18.30h a la casa que teníamos reservada en Jagüey. La estancia en este lugar sólo iba a ser dormir para continuar con nuestra ruta pues no hay nada para ver. Allí nos esperaba Salvador, dueño de la casa "El Ranchón", lo primero que nos dijo es que tenía una mala y una buena noticia, la mala es que no podríamos dormir en su casa (por tener otro visitante que se iba a hospedar más tiempo) y la buena es que nos había buscado otra y nos dejaba usar todas sus instalaciones. La casa posee una piscina con zona de ocio (tenía montado un chiringuito con TV, mesas y tumbonas en su propia terraza). Os dejo su correo de contacto porque la casa pintaba muy bien: ranchonjaguey@yahoo.com. Nos hospedamos para dormir en Casa Nora, que también estaba bien, con muy buenas condiciones y bastante moderna (pero sin piscina), la habitación doble costaba 25CUC y el correo de contacto es jorgeluis1.martinez@nauta.cu.

Nada más soltar las maletas volvimos al Ranchón para darnos un chapuzón en la piscina, se estaba genial. También decidimos quedarnos allí a cenar. Pedimos 3 platos de camarones y uno de pescado (creo recordar que nos dijo que era cubera, de sabor era muy parecido al mero). De entrante nos sacaron una sopa con fríjoles y guarniciones criollas, de postre dulce de guayaba con queso (era extremadamente dulce), todo esto junto a 7 cervezas y un agua nos salió por 51.50 CUC. Y para terminar de vuelta a Casa Nora para dormir.

5º Día: 29 de marzo - Bahía de Cochinos - Trinidad

Nos despedíamos de Casa Nora pagando un total de 66 CUC por las habitaciones y el desayuno. Antes de salir de Jagüey cambiamos 150€ cada uno. Nuestros planes para el día eran visitar distintos puntos de la Bahía de Cochinos y terminar la noche en Trinidad.

La primera parada fue en Playa Larga donde nos pegamos un buen chapuzón sobre aguas caribeñas, mi primer baño en este mar. La playa en sí no es gran cosa pero es muy tranquila, el agua no se mueve nada y está limpísima. Continuamos el viaje con algo de miedo, y es que nos informamos que la carretera que va desde Playa Larga a Playa Girón es un paso para los cangrejos que descienden hacia la costa y por lo tanto es posible pinchar alguna rueda en caso de cruzárnoslos o encontrar restos en la carretera. En temporadas de lluvia son más abundantes, por suerte el camino estaba despejado (aunque con manchas rojas de cangrejos chafados).

Llegamos a la Cueva de los Peces, se trata de un cenote de unos 70 metros de profundidad apto para hacer snorkel. El parqueo vale 2 CUC. Si antes era mi primera vez en el mar del caribe en esta hacia doble; mi primera vez en un cenote y la primera vez haciendo snorkel. Estaba bastante oscuro y apenas se podía observar bien los peces. La playa que se encuentra al otro lado de la carretera también es apta para snorkel, nos zambullimos también allí, el agua era cristalina y había una gran diversidad de peces tropicales.

Siguiente parada fue una parada a la japonesa, en Punta Perdiz. En las profundidades de sus aguas se haya una lancha de desembarco estadounidense de cuando los yankees intentaron invadir Cuba por la Bahía de Cochinos, es un lugar idóneo para hacer también snorkel, pero en esta ocasión no hicimos.

Llegábamos a Playa Girón y paramos a comer en una terracita; 4 platos de espaguetis con tomate, 2 Bucaneros, 1 TuKola, 1 agua y dos helados por 22 CUC. De aquí nos dirigimos a Caleta Buena, que se encuentra a unos 8Km, una bonita cala en la que hay que pagar 15 CUC pero que a cambio tienes un todo incluido. Tras negociar con el hombre de la puerta, pues solo íbamos a estar 1 hora, nos rebajó el precio a 5CUC que fueron bien aprovechados. Nos dimos un chapuzón con snorkel incluido y nos tomamos varios mojitos y combinados. Esta fue la playita que más me gustó de todas las que vimos durante el día.

Había que seguir el camino hasta Cienfuegos. Una vez llegamos a penas nos paramos pues se nos iba haciendo tarde para llegar a Trinidad. Estaríamos unos 20 minutos en los que aprovechamos para estirar las piernas y pasear un poco por el malecón. La ciudad en sí se veía bonita con casas de estilo colonial.

Sobre las 20h de la noche llegábamos al fin a Trinidad, después de habernos perdido un poco por la carretera. Allí nos esperaba Carlos y Maricel, propietarios de "El Xique" (354 Calle José Martí). Una casa con habitaciones confortables con climatizador, muy limpias y baños pequeñitos, todo muy acogedor. Lo mejor era la terraza que estaba en el piso de arriba y sus vistas. Carlos nos ofreció un jugo de tamarindo, su sabor es muy dulce (por el azucar que le agregan), particularmente me gustó. Cabe destacar que también tiene un parqueo privado por 3.5CUC. Recomiendo esta casa, sus dueños eran encantadores, el correo de contacto es elxique@gmail.com y carloselia@nauta.cu, el número de telefono es +53 53772774. El precio de la habitación era 30CUC y el desayuno 5CUC.

Como eran altas horas y no habíamos avisado de cenar en la casa, fueron a hacer una reserva en el restaurante Trinidad 500. Allí comimos 2 pizzas, un bistec de cerdo y un arroz a la cubana (¡por supuesto que hay arroz a la cubana en Cuba!) junto a las cansinas guarniciones y un plato de papas fritas y de bebida 3 Bucaneros y un jugo de mango todo por 46.35 CUC.

Dimos un pequeño paseo por el centro de Trinidad, había muchísimo ambiente en el que tanto locales como turistas se mezclaban. Acabamos entrando en una de las tantas terrazas con música en directo y nos tomamos un mojito para despedir la noche.

6º Día: 30 de marzo - Trinidad - Cayo Guillermo

Me despertó el el grito del panadero anunciando el pan por la calle. Teníamos el desayuno preparado en la terraza, creo que fue el mejor desayuno de todas las casas donde nos alojamos, o al menos el más completo; Sándwiches de queso, empanadas de coco, tortitas, tortilla y un plato de fruta con papaya, guayaba, piña y plátano junto al tradicional jugo de guayaba.

Teníamos la mañana para visitar esta hermosa ciudad declara Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1988 y que dicen que es la joya colonial del Caribe, para ello tiramos de la ruta de la Lonely Planet. Las calles son empedradas y parece que el tiempo no haya pasado por Trinidad, estancada tanto en aspecto como en la vida cotidiana. El panadero, pescadero, el carnicero, el verdulero... todos se pasean por las calles gritando sus productos y portándolos en un carrito o carretilla para venderlo. Curioso es también el acento en esta localidad.

Comenzamos la ruta en la Plaza Mayor donde se encuentra la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad, de ahí fuimos hacia el Convento de San Francisco de Asís para continuar hacia el barrio de las 3 cruces hasta toparnos con la calle Samuel Feijó en la que habían caballos y jinetes y al fondo el monte Escambray. Para retornar bajamos por la calle Antonio Maceo hasta cruzarnos con Ciro Redondo y llegar a la Bodeguita del Medio (sí, en Trinidad también hay otra, pero mucho menos frecuentada), allí siempre se encuentra un Chevrolet 1958 aparcado (o abandonado), perfecto para la foto de turno. Y con esto vuelta a la plaza y fin de la ruta. Me gustó mucho el recorrido, pudimos observar el día a día de los trinitarios, incluso hablar un poco con ellos para saber más del estilo de vida, también entramos a un colegio donde realizamos una pequeña donación. Fue una buena experiencia conocer las calles de Trinidad.

Al llegar de nuevo a la Plaza Mayor había montado un mercadito, aprovechamos parar cotillearlo y comprar algunos suvenires, posteriormente nos tomamos unas cervezas en la escalinata que se encuentra en la misma plaza. Tocaba finalizar nuestra visita.

Volvimos a la casa El Xique para recoger las maletas y pagar, en total 86.5 CUC (30 CUC por habitación, 5 CUC por desayuno, 3.5 del parqueo y el resto por agua y cerveza). Antes de marcharnos estuvimos hablando un rato con Carlos y Maricel, nos contaron un poco de su vida, ambos eran profesores, pero en Cuba no está muy bien pagado y por lo tanto habían decidido vivir de la renta de la casa, el cual es uno de los mejores negocios que se puede tener en Cuba actualmente. Fue muy agradable la charla.

Sobre las 12h salimos de Trinidad rumbo a Cayo Guillermo, el cayo que hizo famoso Ernest Hemingway en su libro "Islas en el golfo". El recorrido iba a ser largo. Paramos en Jatibonico a repostar gasolina, 37 CUC. Al poco de pasar el pueblo nos detuvimos en un paladar de carretera para comer (paladar es como se le llaman a los restaurantes en Cuba), se llamaba "El Vaquero". Nos pedimos 3 ropas viejas (carne desmechada de ternera) y un plato de pollo. Para beber nos comentaron que tenían cerveza de importación y entre ellas Mahou, nuestros ojos se abrieron como platos y nos pedimos 3 Mahou y un refresco de limón. Mahou... la Mahou 5 estrellas más falsa que me he tomado en mi vida, nos dieron las cervezas ya abiertas, cosa rara ya en sí, pero nada más probarla no hubo lugar a dudas, eso no era Mahou y no quiero saber qué fue lo que me bebí... Pero esto no fue lo más gordo, al terminar nos pedimos una tarrina de helado "Nestle" de chocolate y fresa, al abrir la tarrina no tenía el típico papel de precinto y al probar el chocolate... no he probado cosa más asquerosa en mi vida, no sabía a chocolate, era como meterte un trapo mohoso que lleva varios días pudriéndose. Mi cuñado, que parecía que no había escarmentado todavía, se pidió un café con leche, solo le dio un sorbo y lo dejó. En fin, horror de lugar a coste de 22 CUC.

Pasando ya Morón comienza una carretera de peaje (2 CUC) que da entrada a los cayos y que está construida sobre un terraplén. Las vistas son una gozada, teniendo el mar a ambos lados. Para llegar a Cayo Guillermo primero has de cruzar Cayo Coco. Teníamos reservado un resort para dos noches, el elegido fue Iberostar Daiquiri, no viene señalado en la carretera por lo que tuvimos que parar a preguntar. Sobre las 18h llegamos a nuestro destino.

Tras el check-in y ponernos la pulserita del todo incluido tocaba disfrutar de Cayo Guillermo. El resort en sí está bastante bien, pero sin pasarse. Tenía buffet libre (que no era una maravilla) y 3 restaurantes temáticos (mexicano, cubano e italiano) en los que si querías cenar tenías que hacer reserva previa. La piscina es de agua templada con barra en su interior, aunque para disfrutar de un buen baño mejor es la parte que da a la preciosa playa paradisiaca de aguas turquesas, templadas, trasparentes, limpias y sin oleaje. Para poder hacer noche en Cayo Guillermo o Cayo Coco no queda otra que hospedarse en un resort, si se quiere ahorrar siempre queda Morón que es el pueblo más cercano. El precio nos salió a 142€ la noche por habitación doble.

Iba cayendo el sol y nos metimos un rato en la piscina, fuimos a pedir un mojito al bar y ¡sorpresa!: ¡¡No había mojito!!!. Resulta que se les había acabado la lima, vaya por dios... Cuba, un bar que se llama bar el mojito ¡y sin mojitos!. Finalmente pedimos piña colada que estaba bien rica. Cenamos en el buffet y posteriormente había un espectáculo en la piscina al que no hicimos mucho caso ya que terminamos comprando una tarjeta para conectar a Internet. No sabíamos nada del mundo exterior pues hasta ese momento. El hall es el único lugar donde llega la WiFi, la tarjeta valía lo mismo que en el resto del país: 2CUC por 1 hora. Y con esto ya a dormir, que tocaba descansar...

7º Día: 31 de marzo - Relax total en Playa Pilar y Cayo Guillermo

Me despertó un dolor de tripa extraño y me empecé a acordar del dichoso helado y la cerveza del día anterior, no fui el único que se levantó con el estómago revuelto ese día... Desayunamos en el buffet y posteriormente partimos hacia Playa Pilar.

Playa Pilar se encuentra a un par de kilómetros del Iberostar Daiquiri, no hay que tomar el desvío al resort "Iberostar Playa Pilar", es una salida que hay posterior. El parqueo vale 1 CUC y hay un restaurante con buena pinta pero que no probamos. Pillamos dos hamacas y una sombrilla por 4 CUC. La playa es muy muy muy bonita, dicen que es la más bonita de Cuba y una de las más bonitas del Caribe (yo creo que es algo exagerado esto). La arena parece polvo y el agua es templada y cubre poco, mirando mar adentro se ve Cayo Media Luna, que está a un kilómetro escaso y se puede ir en barco, fue lugar de refugio de Batista (el dictador al que derrocó Fidel Castro).

Volvimos a nuestro resort para la hora de comer, posteriormente yo me retiré un rato a descansar en la cama pues mi barriga se seguía quejando y no me encontraba muy bien. Después de despejarme fui con mi pareja a la playa, tumbarme un rato al sol, baño y dar un paseo de una hora por su orilla, hasta que empezó a anochecer, las playas de Cayo Guillermo son simplemente preciosas.

Chapuzón en la piscina y a preparase para la cena la cual la habíamos reservado en el restaurante "La Góndola" (el italiano del resort). Por cierto, por fin servían mojitos en el bar.

Tres de los cuatro que éramos nos encontrábamos un poco mal de la tripa, la única persona que no probó el helado ni la cerveza "Mahou" se encontraba en perfectas condiciones. Por suerte me empezaba a encontrar bien pero no quise arriesgar con la cena y solo comí un plato de pasta al pesto, al igual que mi novia. Mi hermana y mi cuñado optaron por una lasaña y una pizza, mi cuñado no fue capaz de comer nada pues en esos momentos era quien peor se encontraba... Creo que fue lo mejor que comí en el resort, la pasta estaba buena.

Esa noche no hubo espectáculo ni nada especial, por lo que después de hacer un rato el gandul por el hall fuimos ya a la habitación a descansar.

8º Día: 1 de abril - Cayo Guillermo - Santa Clara - La Habana

Para despedir el resort volvimos a dar un paseo mañanero por la playa, aprovechamos también para prepararnos unos sándwiches para el camino más largo que nos esperaba pues tocaba regresar a La Habana.

Tras realizar el check-out comenzaba de nuevo el viaje a las 10:45h, había que deshacer lo hecho hasta ahora y llegar a Santa Clara, donde haríamos una parada. Nos detuvimos en Jatibonico para volver a poner 30 CUC de gasolina y posteriormente en una gasolinera de carretera para comernos nuestros sándwiches rodeados de perros que nos miraban con cara de pena y de hambre.

Al llegar a Santa Clara fuimos directos al mausoleo del Che Guevara, lo que se conoce como el Complejo escultórico de Ernesto Guevara situado en la plaza de la Revolución. Allí se encuentran los restos mortales del Ché junto a 17 compañeros que murieron luchando junto a él en Bolivia. Una estatua de bronce se levanta sobre el complejo junto a un cuadro esculpido en piedra con frases e hitos del Ché.

La siguiente parada dentro de Santa Clara fue en el Monumento a la Toma del Tren Blindado, situado en el parque Vidal. Allí se encuentra el tren con suministros de Batista que hizo descarrilar el Ché con una excavadora (que también está en el lugar) y cócteles Molotov. Los vagones se han convertido en mini museos donde se cuenta la historia del hito y hay distintos elementos como vestimenta, las botellas que se usaron para los cócteles, armas, fotos...

Y a continuar con nuestro largo camino por la Autopista Nacional. Casi llegando a la Habana nos dimos cuenta que el indicador del aceite del coche empezaba a saltar, menos mal que ya teníamos que devolverlo. A las 19:10h llegamos a casa de Melody, estaba esperándonos junto a su marido e hijo.

Ya poco nos dio tiempo a hacer, llevamos el coche de nuevo al parqueo donde lo dejamos la otra vez al mismo precio y nos fuimos a cenar al Café Lamparilla, el mejor restaurante donde comí. Nos pedimos 3 doradas con camarones y salsa al pesto, 1 de dados de pollo con piña y frutos secos (que apenas tenían) junto a las guarniciones y postre que consistía en flan de caramelo con trozos de papaya y piña. Todo esto más 3 Bucaneros y un agua nos salió por 46.5 CUC.

Para finalizar la noche nos metimos en el Floridita a tomar un daiquiri cada uno.

9º Día: 2 de abril - La Habana

Melody agregó al desayuno torrijas y unas curiosas croquetas que estaban hechas con mantequilla. Lo primero que teníamos que hacer esa mañana era ir a devolver el coche al Hotel La Habana Libre, allí nos plantamos con algo de miedo por si nos decían algo por la falta de aceite. También aprovechamos para echar otros 15 CUC de gasolina pues había que devolver el deposito tal cual como nos lo dieron. Respecto al aceite solo nos comentaron que era normal y que el coche estaba a punto de hacer el kilometraje para la revisión, no hubo ni un solo problema con la devolución. Antes de salir del Habana Libre, cambiamos un total de 90€ entre los 4 para que nos pudiera llegar la pasta hasta el final del viaje.

Ya sin coche, fuimos a visitar el Hotel Nacional, muy cercano de donde estábamos. Este hotel es muy famoso por varios motivos. Allí se refugió el régimen de Gerardo Machado, antiguo presidente de Cuba, tras el golpe de estado de Batista y éste ordenó abrir fuego en el hotel. Durante la década de los 40 la mafia se reunía aquí. En los 50 tuvo un gran apogeo turístico recibiendo visitas de personas famosas como Nelson Rockefeller, Frank Sinatra, John Wayne o nuestra Lola Flores por citar algunos. En los 60 con el triunfo de la revolución el hotel deja de enfocarse al turismo y empieza a recibir huéspedes de clase más baja y con la crisis de los misiles montan trincheras. Ya en los 70 vuelve a recibir turismo internacional... Una larga historia la de este Hotel que se puede entrar a visitar, en el hall hay fotos de las personas famosas que han estado y en su terraza se pueden ver las trincheras donde cuentan la historia de la crisis de los misiles.

Negociamos un taxi para ir a visitar la Plaza de la Revolución, pactamos 12 CUC para que nos llevara a la plaza y posteriormente nos dejara en la Habana Vieja, fue toda una aventura pues era uno de esos coches antiguos que parece que se vayan a desmontar en cualquier momento, el chico fue bastante majo y nos fue explicando distintas cosas de la ciudad mientras conducía.

En la Plaza de la Revolución se encuentra el monumento a Jose Martí (creador del partido revolucionario), hay dos edificios que destacan por tener la figura del Ché Guevara y la de Camilo Cienfuegos, estos son los del Ministerio del Interior y el de Telecomunicaciones respectivamente. Básicamente está rodeada de edificios gubernamentales.

Después de visitar la plaza el taxista nos dejó cerca al Capitolio, pusimos rumbo al Museo de la Revolución. La entrada son 8 CUC y dentro está contada la historia de la revolución en orden cronológico mediante documentos, fotografías y objetos. Sinceramente me aburrió un poco pues no hay nada que encontrara que no te puedas leer en un libro de historia, igual lo más curioso para mi fueron frases dichas por Fidel las cuales me parecían un poco contradictorias con lo que ha terminado aplicando.

Fuimos a comer al restaurante la Giraldilla, situado en lo alto de un edificio en el que se tienen unas preciosas vistas del monumento de la Giraldilla que está en el Castillo de la Real Fuerza. Allí pedimos 3 platos de arroz a la cubana y otro de cerdo que junto a la bebida tuvo un precio cercano a los 40 CUC. El trato fue muy bueno pero la espera de los platos un poco larga...

A las 17:30h entramos a visitar el Palacio de los Capitanes Generales, el precio era de 3 CUC. El palacio está convertido en el Museo de la Ciudad, data del 1770 y dentro se encuentra mobiliario y objetos de época. Tuvimos que verlo rápido, supuestamente cerraba sus puestas a las 18h sin embargo a las 17:50h ya estaba todo cerrado, con nosotros dentro, que nos dejaron salir amablemente.

Fuimos a hacerle una visita a Surama, la mujer con la que me mandé 40 correos para poder reservar la casa en la Habana. Nos recibió con las puertas abiertas y nos ofreció unas botellitas de agua, muy amable por su parte. Una pena no haber podido reservar esta casa porque era realmente bonita y grande, dejo su correo de contacto por si a alguien le interesa, pero recomiendo intentarlo con un mínimo de antelación de 3 meses pues es muy solicitada: surama030408@gmx.com.

Dimos un pequeño paseo más por la zona del Puerto, el día comenzaba a hacerse largo y andábamos algo cansados, fuimos a la casa a descansar un poco los pies. Cenamos en Factoría Plaza Vieja, situado como su nombre indica en la Plaza Vieja. Este sitio es famoso por su cerveza artesanal, hacen 3 tipos: rubia, tostada y negra. Nos pedimos 3 jarritas de cerveza rubia, un refresco y 4 hamburguesas, todo estaba muy bueno tanto la cerveza como la hamburguesa casera. La mujer que nos atendió fue muy simpática y viendo a mi cuñado todavía con hambre al final le convenció para repetir cerveza y tomarse unos pinchos de carne, pero... ¡¡menudos pinchos sacó!! ¡¡con eso teníamos para volver a cenar los 4!! no pudo terminárselo. El total del precio fueron 36 CUC, relación calidad/precio extraordinaria y eso tratándose de un restaurante cuya terraza está en la misma Plaza Vieja.

Con todo esto finalizábamos nuestro último día completo en Cuba...

10º Día: 3 de abril - El regreso

Llegaban nuestras últimas horas y tras desayunar fuimos a la azotea del edificio Bacardi. Actualmente es de oficinas y se puede acceder arriba por 1 CUC, el ascensor llega casi hasta el terrado, pero se ha de continuar por unas escaleras que daban un poco de miedo por el estado en la que se encontraban, muy seguras no se veían... Desde las alturas es donde realmente se puede ver el estado de conservación de la Habana, que es nulo. Es como si contemplaras una ciudad después de una guerra, los edificios se ven sucios y medio derrumbados, alguno de ellos incluso ya tiene un bosque en su interior vislumbrándose árboles nacidos dentro de las paredes. Me impactó mucho...

Habíamos dejado la última mañana para la compra de suvenires y nos estuvimos deteniendo en cada tienda que íbamos viendo, hasta llegar a la Catedral de San Cristóbal, la cual se encontraba abierta y era día de misa, entramos esperando ver una misa distinta a la que se hace en España, pero no, a los 5 minutos de empezar nos levantamos y nos marchamos.

Fuimos a la Bodeguita del Medio para dejar nuestros nombres en sus paredes y hacernos unas fotos para el recuerdo.

Tocaba comer pronto pues había que recoger los trastos para ir al aeropuerto, comimos en La Piña de Plata, que está pegado al Floridita. El lugar está bastante bien, pedimos 3 pizzas y un medio pollo que junto a la bebida hizo un total de 46 CUC, pensábamos por la apariencia que sería más caro, pero su precio estaba en la media del resto.

Llegaba el momento de despedirnos de Cuba. A las 16h tenía que llegar nuestro transfer, empezaban a pasar los minutos y allí no acudía nadie... se aproximaban las 16:30h y seguíamos sin noticias (nuestro avión salía a las 19h). Un chico viendo nuestra situación se puso a buscarnos un taxi particular, incluso ya habíamos apalabrado con él el precio, fue entonces cuando apareció nuestro transfer.

La vuelta fue correcta, como no iba muy seguro por la rotura de cremallera decidí embalar mi equipaje por un coste de 8 CUC. A las 10:30h del día 4 de abril pisábamos el suelo de Barajas, nuestro viaje había finalizado.

Conclusiones y consejos

Nos quedamos cortos en días, Cuba da para mucho y a pesar de que solo hicimos la parte este de la Isla, la cantidad de días no fueron suficientes. Creo que lo adecuado hubieran sido 15 y así destinar uno más en cada lugar de los que estuvimos pues por ejemplo Cienfuegos no lo pudimos valorar adecuadamente y los alrededores dicen que son muy bonitos, al igual que en Trinidad.

En Cuba está permitido fumar en cualquier establecimiento, ya no me acordaba de lo que era comer con alguien fumando, y allí no fuman cigarros sino puros, por lo que el olor es todavía más fuerte. El olor a puro y a queroseno por los coches lo tendrás por todas las ciudades.

La leche que tienen es toda en polvo por lo que notareis una gran diferencia, cuidado con los cafés con leche. El agua hay que tomarla siempre embotellada, no sufráis por el agua que se usa en los jugos que te ofrecen en las casa particulares, ellos ya se encargan de que todo lo que te sirven no te siente mal.

Todo el país está lleno de carteles con mensajes de Fidel, Cienfuegos, el Ché e incluso Chávez que hablan de la revolución y del pueblo.

Antes de viajar recomiendo que se lea un poco la historia de Cuba para entender mejor todo lo que se va a visitar y el estilo de vida del país.

Respecto a la conectividad WiFi comentar que todas las casas de Etecsa tienen mucha cola para poder comprar un bono de 1 hora. En sus alrededores siempre encontrarás a alguien vendiéndolos por un precio mayor (a lo mejor 1 CUC más caro) y que puede que valga la pena por no perder tiempo.

Casas de cambio hay en todas las ciudades de Cuba, pero al igual que en las casas Etecsa hay una gran cola por lo que es aconsejable cambiar lo máximo que se pueda en el aeropuerto. Olvídate de los cajeros, lleva siempre dinero en metálico.

Los cubanos son gente maravillosa, pero en la Habana pueden resultar algo agobiante ya que no paran de asaltarte para que vayas a su paladar o preguntándote cosas de tu viaje para sacarte alguna información valiosa que puedan usar para llevarte a algún lugar o recomendarte algo esperando algún tipo de propina.

Si reservas casas particulares asegúrate siempre de que has llegado al sitio correcto y hablar siempre con el dueño de la casa. En muchas ciudades las calles han cambiado de nombre y puedes que tengas direcciones desactualizadas, vale la pena perder un poco de tiempo y buscar bien las ubicaciones específicas. En las casas particulares será donde mejor os traten y donde mejor comeréis.

Y por último, relaciónate y habla con los cubanos, aprenderás muchísimo de ellos.


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Comentarios Comentarios:

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gisaso dice:
18/09/2020 21:49:19

Un artículo genial, sin duda alguna una experiencia inolvidable, espero que pronto se pueda volver a viajar con seguridad y con total normalidad, en mi blog sobre viajes a Cuba https://blog.havaning.com doy muchos tips para viajeros que quieren viajar a Cuba por su cuenta y fuera de las típicas rutas de toda la vida.

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